Un MVP es una versión mínima de un producto que se puede lanzar al mercado para obtener feedback de los usuarios (internos como externos).
En el mundo empresarial actual, la competencia es feroz y las expectativas de los usuarios son cada vez más altas. Por lo tanto, es esencial que las empresas desarrollen productos que se adapten a la demanda del mercado.
Aquí es donde entra en juego el concepto del MVP o Producto Mínimo Viable. En este artículo, exploramos qué es exactamente, sus ventajas y cómo crearlo de manera efectiva.
El objetivo de un MVP es validar la idea de un producto y determinar si hay demanda para él.
Un MVP suele ser una versión simplificada de un producto, con sólo sus características esenciales. Esto se hace para reducir el riesgo y el coste de desarrollo.
Si un MVP es exitoso, se puede utilizar como base para desarrollar un producto más completo.
Ventajas de crear un MVP
Hay muchas ventajas en crear un MVP. Algunas de ellas son:
1. Reducir el riesgo:
Ayuda a reducir el riesgo de desarrollar un producto que no sea apto para el mercado. Al lanzar un MVP, se puede obtener feedback de un número limitado pero significativo de usuarios sobre el producto e identificar cualquier problema y realizar cambios antes de lanzarlo al mercado objetivo completo.
2. Evitar gastos inútiles:
Al enfocarse en lo esencial, se reduce el coste del desarrollo inicial, ya que sólo se desarrollarán las características que son importantes, esto nos permitirá obtener feedback de los usuarios para seguir escalando el producto teniendo en cuenta sus necesidades, para crear un producto completo coherente.
3. Acelerar el time-to-market:
Permite a las empresas lanzar sus productos al mercado cumpliendo sus objetivos de time-to-market. Al probar un MVP , podemos obtener feedback de los usuarios sobre el producto y determinar si hay demanda para él obteniendo una ventaja competitiva sin una gran inversión inicial.
Cómo crear un MVP
Ahora que comprendemos las ventajas de un MVP, veamos cómo podemos crear uno de manera efectiva.
1. Definir el problema que se va a resolver:
El primer paso es definir el problema que el producto va a resolver. ¿Qué problema tiene el mercado que el producto puede resolver? Una vez que se haya definido el problema, se puede empezar a desarrollar el producto.
2. Definir las características esenciales del producto:
El siguiente paso es definir las características esenciales del producto. ¿Qué características necesita el producto para resolver el problema? Es importante centrarse en las características más esenciales, ya que estas son las características que los usuarios más valorarán.
3. Desarrollar un MVP:
Una vez que se hayan definido las características esenciales del producto, se puede empezar a desarrollar.
4. Obtener feedback de los usuarios:
Una vez que se haya desarrollado el MVP, es importante obtener feedback de los usuarios. Esto se puede hacer lanzando el MVP al mercado o realizando pruebas con usuarios. El feedback de los usuarios se puede utilizar para mejorar el producto.
Conclusión
Un Producto Mínimo Viable es una herramienta valiosa para las empresas que están desarrollando nuevos productos, ya que puede ayudar a reducir el riesgo, ahorrar costes, acelerar el tiempo de comercialización y obtener feedback de los usuarios. Si estás desarrollando un nuevo producto digital, te recomendamos que consideres utilizar un MVP.
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